lunes, 13 de noviembre de 2006

Candidatos invisibilizados

Luis Reyes, candidato presidencial postulado por la organización Joven, introdujo ante el TSJ un recurso de amparo para que se le ordene a las televisoras, emisoras de radio, periódicos, revistas y páginas de Internet editados en el país, que le den cobertura a sus actividades de campaña. Sólo las televisoras, emisoras de radio, páginas internáuticas y la Agencia Bolivariana de Noticias, han divulgado las propuestas del mencionado candidato, le han concedido entrevistas, al igual que han hecho con el resto de los 18 candidatos y candidatas que se mantienen en la liza electoral.

Las televisoras, emisoras de radio, periódicos, páginas de Internet pertenecientes a grupos económicos han silenciado a la mayoría de los aspirantes presidenciales, como lo hicieron con todo el pueblo el 12 de abril de 2002. Son candidatos y candidatas invisibilizados por ese sector de la prensa.

Venezuela Da Silva, candidata de Nuevo Orden Social, le ha tomado la palabra al abanderado Rosales para dirimir el segundo lugar de la contienda –porque el ganador ya está definido en la persona de Chávez– en el debate que tanto mienta el candidato formado en las filas de Acción Democrática. Ninguna divulgación le han dado a esta propuesta los medios que apoyan militantemente a Rosales. A Da Silva se le niega la palabra.

Para estos medios, Rausseo es noticia sólo si sufre una crisis hipertensiva y es hospitalizado.

Sus proposiciones son objeto de mofa, irrespetando así los derechos que le consagra la Constitución bolivariana.

La cobertura que dan los autodenominados medios de comunicación social a las actividades de los candidatos presidenciales es un asunto de interés para todos los ciudadanos. El abordaje que los aparatos de divulgación de noticias han dado a los abanderados de la actual campaña revela sesgos, parcializaciones reñidas con la ética periodística y contrarias a las disposiciones contenidas en la Constitución.

El comportamiento extremo en esta carrera de sesgos es el de las televisoras que usurpan las funciones del comando de campaña de Rosales dictando líneas de cómo realizar cada actividad.

Incluso han llegado a la circunstancia insólita de publicar avisos en periódicos para reforzar el posicionamiento de los temas que aborda el mencionado candidato; sólo les falta el lema vota por mi candidato en los referidos avisos.

Estos mismos canales atacan con saña y sin tregua al Gobierno, en una abierta campaña negativa dirigida a restarle votos al comandante Chávez y abonárselos a su abanderado. Esta conducta se sustenta en le creencia, cuya falsedad ha sido demostrado por los hechos, de que los medios moldean el voto de los electores. Nada han aprendido de las derrotas sufridas desde 1998. La verdad es que el pueblo no come coba. La prensa ni pone ni quita gobiernos a los pueblos que protagonizan conscientemente su historia, ni con votos ni por la fuerza.

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